Recordemos que la riqueza cognitiva de una ciencia, se transmite mediante el lenguaje especializado que la misma emplea. Claro ejemplo de ello lo ofrece el lenguaje de un médico, el cual es tan especializado, que para él es natural, pero para nosotros es prácticamente desconocido.
El término "economía" ha sido malinterpretado con frecuencia, por más personas de las que se pudiese considerar tolerable. Para muchos la economía se relaciona directamente con los sistemas monetario y de mercado, obviando la existencia de sistemas económicos que carecen del factor dinero. Por eso, quiero enfatizar que el sujeto de la economía es el hombre como ser social, y que el objetivo es la satisfacción de las necesidades humanas, las cuales trascienden lo material e incluyen lo ambiental.
Tener claridad acerca de ésta verdad universalmente aceptada, nos permite darnos cuenta de la amplitud del término "economía", cuyas implicaciones afectan todas las dimensiones humanas. Esto es tan cierto, que aún hoy tiene vigencia una frase escrita hace cientos de años, atribuida a un hombre conocido como Jesús de Nazaret: "No sólo de pan vive el hombre" Mateo 4:4.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, nos ofrece una clasificación piramidal, de las necesidades humanas, siendo la realización personal, la cúspide de la felicidad, la cual es imposible alcanzar sin un entorno social y físico adecuado.
Queridos lectores, está más que comprobado, que obviar el carácter ético de la economía nos conduce a la destrucción de nuestro planeta, y de nuestra estructura social. Esto tiene que parar. Mi llamado es a reflexionar: ¿cómo ser felices en un planeta enfermo?, ¿en una sociedad enferma?
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