viernes, 12 de julio de 2013

Bienes económicos

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Hemos dicho que el objeto de la economía es la satisfacción de las necesidades humanas. Dichas necesidades se satisfacen a través de la utilización o consumo de los bienes y servicios requeridos. La ciencia económica ha clasificado los bienes en distintos grupos, a saber:

1.  Según la escasez: Ésta es la clasificación que más nos interesa, porque es la que nos permite diferenciar claramente los bienes en los cuales la economía enfoca su estudio. Veamos este punto con más detalle:

El DRAE define escasez como "pobreza o falta de lo necesario para subsistir", la enciclopedia web Wikipedia lo define como "la insuficiencia de recursos básicos" y el diccionario de español en línea define escasez como "falta de las cosas necesarias para vivir".

Se dice que hay escasez porque los recursos existentes no satisfacen la totalidad de las  necesidades humanas, las cuales, según las corrientes económicas más aceptadas, son ilimitadas. Independientemente de la sociedad en la que se viva (pobre o rica), muchos economistas defienden la teoría de que la producción debe enfocarse en los requerimientos de las personas sean éstos indispensables o no, esto quiere decir que para ellos "necesidad" es sinónimo de "deseo" o incluso "capricho". Es decir, la demanda debe ser satisfecha independientemente de su grado de importancia. Para ello la producción debe emplear los recursos escasos en el proceso productivo.

Es en éste punto donde descubrimos el significado de bienes económicos. Los bienes económicos son los bienes escasos. La característica principal de éstos bienes es que han sido sometidos a un proceso de transformación, por ejemplo los automóviles, los libros, la ropa, etc. Lo contrario ocurre con los bienes libres o gratuitos como por ejemplo el aire, la luz solar, el mar, éstos bienes los encontramos en la naturaleza y no requieren un proceso de transformación para ser utilizados.

Algunos bienes económicos no incorporan procesos de transformación industrial, pero llevan implícito un valor agregado, debido a que otras personas han empleado su fuerza de trabajo para facilitar nuestro acceso a dichos bienes. Éste es el caso de los alimentos que compramos en las plazas de mercado, los cuales han sido extraídos directamente de la naturaleza y transportados al puesto de venta, sin recibir ningún tipo de transformación industrial. 

Lo mismo ocurre con los bienes que los campesinos extraen de la tierra para su consumo. Estos bienes llevan implícita la labor humana y la pérdida de dichos bienes implica un costo para el campesino, costo representado en el tiempo que empleó para producir sus alimentos. Por ejemplo: Si tengo una finca en la cual hay un árbol de mango. Los mangos que se producen son bienes libres porque no tuve que trabajar para obtenerlos, es decir, se produjeron de manera silvestre, y ya que no dependo de la producción de mango, me es indiferente si mis vecinos consumen dichos mangos o no. Pero si por ejemplo, quiero producir maíz para alimentar a mi familia, debo emplear mi tiempo y mi energía en la producción de ese alimento. Por lo tanto el maíz se convierte en un bien económico, porque lleva implícito un valor adicional otorgado por mi trabajo y mi tiempo, y porque no lo encuentro disponible de manera gratuita en las cantidades requeridas. 

Igualmente hay bienes que implican trabajo, pero no son bienes económicos porque no satisfacen necesidades. Es el caso de las manualidades que los párvulos hacen en la escuela. La finalidad de ese tipo de actividades es desarrollar la motricidad fina de los infantes, lo cual se logra durante la elaboración del objeto, es decir, la importancia de la labor subyace en la labor misma, más no en el producto final, el cual no podrá ser transformado en mercancía, puesto que su valor tan solo puede llegar a ser sentimental.

Muchos economistas clasifican los servicios dentro de los bienes económicos, ya que implican un costo para quienes quieran acceder a ellos. En muchos países los servicios de salud y educación son gratuitos, pero llevan implícitas relaciones laborales y gasto gubernamental, por eso se clasifican como económicos.

Concluyendo éste primer punto, podemos decir entonces, que los bienes según la escasez, se clasifican en bienes económicos o escasos y bienes libres o gratuitos.

2.  Según su función económica: Pueden ser bienes de consumo, como los elementos que utilizamos todos los días en nuestras vidas, por ejemplo los alimentos, los muebles, etc. y bienes de capital, que son aquellos bienes que emplean las empresas para llevar a cabo la producción, como la maquinaria, los insumos, etc.

3. Según el ámbito de uso: Los bienes se clasifican en privados y públicos. Los bienes privados son aquellos por los cuales debemos ofrecer una retribución económica para poder utilizarlos, en consecuencia lo bienes públicos son aquellos a los cuales tenemos acceso sin ofrecer nada a cambio.

Cuando hablamos de bienes privados y bienes públicos en economía, no hacemos relación al propietario de los bienes en mención, es por ello que podemos darle el carácter de público a un bien, aunque dicho bien sea propiedad de un particular o del estado y viceversa.

Se dice que los bienes son privados porque su uso es demandado por más de una persona a la vez y debe existir un mecanismo que permita excluir a algunas en beneficio de otras. Ese mecanismo es el precio asignado al bien, mediante su colocación en el mercado.  El concepto de bienes privados surge del concepto de escasez, ya que nos lleva a pensar que no existen suficiente cantidad de bienes como para satisfacer las necesidades de todos por igual. Por ejemplo, si en un almacén se ofrecen tres televisores de última generación, muy seguramente muchas personas querrán quedarse con uno, por eso, para poder asignarles los televisores solamente a tres personas máximo, el vendedor le asigna un precio a cada televisor. De esta forma, quienes tengan el dinero podrán llevarse uno, dos o los tres televisores a casa y los demás no.

El precio surge, entonces como la formula reguladora, bajo la cual, menos personas podrán acceder a un bien requerido por muchas. El caso de los bienes públicos no presenta limitantes respecto a las cantidades. Un ejemplo de bien público puede ser el río que pasa en medio de una finca, al cual las personas se acercan con motivos recreativos y su acción no afecta ni excluye a nadie. A pesar de que la finca es propiedad privada, el hecho de que el propietario permita el libre acceso, hace que en economía se clasifique como bien público. También hay bienes públicos que ofrece el estado, como los parques públicos, los refrigerios que se reparten en las escuelas rurales, algunas vacunas, etc.

4. Según su relación con el ingreso: Se clasifican en bienes básicos, bienes normales y bienes suntuarios. Los bienes básicos también son llamados bienes de primera necesidad, son aquellos que todos sin excepción requerimos para nuestra supervivencia. Ejemplo de ello son los alimentos y los servicios de salud.

Llamamos bienes normales a aquellos que son necesarios pero cuya ausencia no pone en riesgo ni nuestro bienestar ni nuestra supervivencia. Ejemplo de ello son los teléfonos celulares o los automóviles, que sin bien es cierto, son necesarios, su carencia no pone en riesgo ni nuestra salud ni nuestra integridad.

Se denominan bienes suntuarios o bienes de lujo, los bienes que siendo muy costosos, su utilización se limita a enaltecer egos y vanidades, pero no tienen un fin específico en la vida práctica que no pueda ser suplido por un bien normal. Ejemplo de éstos bienes son los computadores y sanitarios de oro, que siendo en extremo costosos, fácilmente pueden ser reemplazados por productos normales pues su utilidad no es diferente.

5. Según las relaciones mutuas entre ellos: Se clasifican en bienes sustitutos y bienes complementarios. Los bienes sustitutos son los que pueden reemplazar a otros bienes. Como el azúcar y la stevia, porque si no tengo azúcar utilizo stevia, es decir, sustituyo el azúcar por la stevia. Otro ejemplo puede ser la blusa y la camiseta, o la carne y el pollo, etc.

Los bienes complementarios en cambio, son aquellos que no tienen ningúna utilidad si no están acompañados por otros bienes. Como por ejemplo el papel y la impresora. No puedo imprimir un documento si tengo impresora pero no papel, o si tengo papel pero no impresora.

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Existen bienes de consumo masivo indispensables para la sociedad actual, como acabamos de estudiar, estos bienes se clasifican en el grupo de los bienes según su relación con el ingreso en básicos y normales. Todo ser civilizado requiere de dichos bienes para su desenvolvimiento normal en la sociedad. Por lo tanto excluir a una o más personas de su uso puede causar perjuicios graves.

Vimos que un ejemplo de este tipo de bienes es el alimento. Sin alimento el hambre acabaría con la humanidad, sin embargo, a pesar de que es un bien básico, también es un bien privado, pues debemos pagar por el para adquirirlo.

Como ya vimos, los bienes privados utilizan el mecanismo de mercado para ser distribuidos en la sociedad. Y ésto se hace porque son bienes económicos, es decir, escasos. Por lo tanto, se puede concluir, que si los alimentos no fueran escasos, en consecuencia serían bienes públicos, ya que el consumo, por ejemplo de una manzana, no limitaría a los demás de acceder a otra manzana igual, pues existirían muchas para todos.

La revolución tecnológica ha hecho posible la producción en masa de bienes de consumo y ha facilitado la oferta de servicios varios a costos considerablemente mas bajos que en el pasado cercano. Cada día nos asombramos con los avances científicos y vemos cómo un producto de difícil acceso por su alto costo, se transforma en un bien de consumo normal en todas las estratos sociales.

Los alimentos no escapan de esta realidad. Gracias a la evolución de la maquinaria agrícola y las nuevas técnicas de producción agroecológica, hoy en día se puede concentrar en periodos más cortos la recolección de las cosechas, los costos en mano de obra se han reducido al poder emplear herramientas satélitales que controlan automáticamente la conducción de los tractores, existen fertilizantes limpios más potentes, etc. De hecho, según datos de la FAO, hoy existe en el mundo suficiente comida para alimentar 12.000 millones de personas cada día con un aporte nutricional de 2.700 calorías para cada uno, si actualmene hay aproximadamente 7.000 millones de personas, está claro que no hay escasez de alimento.

Sin escasez, el argumento que justifica la asignación de un precio, y la utilización del mecanismo de mercado como método de exclusión, se queda sin base. La ciencia económica no respalda por sí misma ninguna justificación al uso de los alimentos como mercancía,  puesto que no cumplen con los requisitos para ser clasificados como bienes privados.

Este mismo análisis se puede hacer para el caso de otros bienes básicos o normales, como la ropa, los vehículos, los artículos tecnológicos, etc. Los cuales a pesar de ser bienes económicos, dado su valor agregado, se pueden producir en masa para satisfacer las necesidades de todos los habitantes del planeta. Sin embargo, la clasificación de las necesidades humanas requiere su propio análisis, el cual se verá enriquecido luego de estudiar los procesos de producción, distribución y consumo, que se dan bajo relaciones sociales que pueden o no incluir valores como la solidaridad y la cooperación, en pro del común beneficio.

Aclarados los dos primeros componentes de la definición del término "economía", a saber: - ciencia social e histórica y - bienes económicos -, pasamos ahora a descifrar el significado y características de los procesos de producción, distribución y consumo.

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