Economía como ciencia

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Siguiendo la definición del DRAE, la ciencia es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

Pero ésta definición debe ser complementada con una estructura aún más restrictiva, que nos permita tener las herramientas de juicio necesarias para clasificar una disciplina como científica o no. Para ello Mario Bunge en su libro "la ciencia, su método y su filosofía", nos enumera las características que debemos tener en cuenta para determinar la cientificidad o no de determinada materia. Estas características de la ciencia son:

1. El conocimiento científico parte de los hechos y siempre regresa a ellos.
2. La ciencia trasciende los hechos.
3. Es analítica.
4. Es especializada.
5. La ciencia es clara y precisa.
6. El conocimiento científico se puede comunicar y verificar.
7. La investigación científica sigue un método y es sistemática.
8. Los conocimientos científicos son generales.
9. La ciencia trata de establecer leyes y aplicarlas.
10. La ciencia es explicativa.

Siguiendo éste análisis, podemos determinar entonces, que la economía emplea el análisis positivo, es decir, las investigaciones en economía son objetivas, por consiguiente, no interviene ninguna subjetividad o "sentimientos" en su análisis. Cuando se hacen enunciados positivos, se habla de "lo que es" y no de "lo que debería ser". Por ejemplo, si decimos que la reducción en el precio de carne incrementa su consumo, estamos haciendo un enunciado positivo, porque simplemente decimos lo que es y no lo que debería ser.

Esto no significa que la economía no se encargue de hacer análisis normativos, es decir, aquellos en los cuales intervienen ya sea explícita o implícitamente, los juicios de valor de una persona. Lo que ocurre, es que en la primera parte de su análisis, la economía es positiva, pero posteriormente establece juicios de carácter normativo; y esto es así, porque la economía es una ciencia social, eso quiere decir que estudia al hombre en su ambiente social, por eso sus diagnósticos parten de la sociedad y sus conclusiones afectan a la sociedad.

Podemos entonces deducir que la primera parte del análisis económico es positivo, y ante sus resultados, pasamos al análisis normativo. Por ejemplo:

Paso uno: Análisis positivo: "La apertura económica provocó la quiebra de la industria nacional".
Paso dos: Análisis normativo: "Los países en vías de desarrollo deben fortalecer su industria nacional antes de iniciar un proceso de apertura económica".

Como vimos en el ejemplo, la economía no solamente nos ayuda a comprender los fenómenos económicos y establecer sus causas y consecuencias, sino que además, la economía nos permite formular soluciones a los problemas que presenten dichos fenómenos.

No debemos perder de vista el hecho de que la economía es netamente social. Como lo dijimos anteriormente; una ciencia social estudia al hombre en su ambiente social, por tanto el sujeto principal de la economía es el hombre en sociedad. No es el dinero, ni el consumo, ni la empresa, ni las ganancias, ni la industria, sino EL HOMBRE EN SOCIEDAD. Todo lo demás son circunstancias cambiantes que deben ser estudiadas siempre desde la óptica de sus efectos en el ser humano y su grupo social. Por eso cuando hablemos de economía, debemos pensar en la naturaleza de la sociedad y sus efectos en las personas que la integran, siendo las personas las protagonistas, porque son ellas quienes son estudiadas y es a ellas a quienes los análisis normativos deben beneficiar. Por eso la sociedad puede no tener dinero (como las economías de trueque), puede no tener industria (como las economías de auto-consumo), puede no tener gobierno (como las economías anarcocapitalistas), pero siempre tendrá economía.

El ambiente social es cambiante, y el estudio de la economía también lo es, ya que las estructuras económicas, al ser integradas por personas, son estructuras vivas cuyas tendencias se renuevan generación tras generación, en consecuencia la economía también es una ciencia histórica. Por eso podemos hablar de la economía en la edad media, la economía en el neolítico, la economía contemporánea , la economía en la edad antigua, en fin.

Como podemos ver, la economía encierra cierta complejidad no imaginable a simple vista. Ésta complejidad nos obliga a buscar la mejor forma de organizar este gran cúmulo de ideas que ofrece el análisis económico, para que pueda cumplir los numerales 5 y 6 de las características de la ciencia. Para ello, la economía emplea cierto lenguaje, que enmarca significados distintivos, no conocidos por el común de las gentes y fácilmente mal interpretados.

Para comprender este lenguaje, siempre partimos de los conceptos que, según nos explica McClelland en su libro "guía para realizar investigaciones sociales", son representaciones abreviadas de una diversidad de hechos. Su propósito es simplificar el pensamiento resumiendo un número de acontecimientos bajo un epígrafe general. Los conceptos económicos como por ejemplo "necesidad", o "utilidad", deben ser estudiados con detalle para poder entender su significado e interpretar correctamente aquellos textos que los mencionan. Sin la comprensión de los conceptos económicos no podemos nunca llegar a entender las leyes económicas.

Las leyes económicas son proposiciones que describen una relación de causa y efecto. En este caso, podemos decir que las leyes económicas son los enunciados que se derivan del análisis positivo.

Existen muchas leyes económicas, algunas sin ninguna base científica, otras, totalmente alejadas del verdadero propósito de la economía, que es la sociedad, es decir, son "anti-económicas". Todo depende de la corriente de pensamiento que las avale o proponga.

Por otra parte, la economía también hace análisis desde el punto de vista político (en la pestaña "política", de éste blog aclararé dicho término), por eso hablamos de economía política, que es la ciencia que estudia las leyes económicas. Debemos tener cuidado de no confundir la economía política con la política económica, ya que la segunda trata de regular los hechos y fenómenos económicos. En ese orden de ideas, podemos relacionar la economía política con el análisis positivo y la política económica con el análisis normativo.

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Hemos tocado conceptos sumamente importantes, que no debemos perder de vista cuando hablamos de "economía". Quienes no entienden el carácter científico de ésta disciplina, tienden a hacer comentarios arriesgados sobre la materia, exponiendo su ignorancia al emplear términos conceptuales complejos, cuyo significado suponen, pero desconocen. 

Recordemos que la riqueza cognitiva de una ciencia, se transmite mediante el lenguaje especializado que la misma emplea. Por eso, cuando hablamos con un experto en determinada materia, no entendemos todo lo que dice porque no hemos profundizado en los conocimientos que dicho personaje maneja con fluidez. Claro ejemplo de ello lo ofrece el lenguaje de un médico, el cual es tan especializado, que para él es natural, pero para nosotros es prácticamente desconocido. Lo mismo ocurre con todas las demás disciplinas científicas incluidas, por supuesto, la economía.

Por eso, antes de hablar de términos económicos como por ejemplo "interés", "renta", "capitalismo", "plusvalía", etc, enterémonos de su verdadero significado para poder transmitir con claridad nuestras ideas, y no errar en las mismas, dejando evidencia de nuestro desconocimiento.

Incluso el mismo término "economía" ha sido malinterpretado con frecuencia, por más personas de las que se pudiese considerar tolerable. Para muchos la economía se relaciona directamente con los sistemas monetario y de mercado, obviando la existencia de sistemas económicos que carecen del factor dinero. Por eso, quiero enfatizar que el sujeto de la economía es el hombre como ser social, y que el objeto es la satisfacción de las necesidades humanas, realidad que necesariamente implica relaciones de solidaridad y cooperación con diferentes matices culturales. 

Tener claridad acerca de ésta verdad universalmente aceptada, nos permite darnos cuenta de la amplitud del término "economía", cuyas implicaciones afectan todas las dimensiones humanas. Porque el ser humano es tan complejo, que sus necesidades trascienden lo material. Y esto es tan cierto, que aun hoy tiene vigencia una frase escrita hace 2.000 años, atribuida a un hombre conocido como Jesús de Nazaret: "No sólo de pan vive el hombre" Mateo 4:4. 

Parte de las necesidades humanas se satisfacen mediante la obtención de ciertos bienes. Particularmente bienes económicos. Pero, ¿qué son bienes económicos? Recordemos el concepto de economía: 

"Ciencia social e histórica que mediante el estudio de los procesos de producción, distribución y consumo de los bienes económicos, busca garantizar la justa y eficiente distribución de dichos bienes  para satisfacer las necesidades humanas ".

Ya hicimos un primer acercamiento alrededor de lo que significa "ciencia social e histórica". Ahora, para responder amplia y detalladamente la anterior pregunta, debemos detenernos en su análisis y aclarar varios conceptos relacionados. Revisemos entonces el tema de bienes económicos.